Soluciones y recomendaciones de protección contra incendios en residencias de ancianos
En este artículo queremos hacer hincapié en las particularidades y características que requiere la protección de las residencias de ancianos, siguiendo el objetivo de TECNIFUEGO de “Víctimas Cero por incendio”
Las residencias de ancianos requieren una especial atención en su seguridad contra incendios. Hemos visto diversos incendios trágicos este año como el de Siero (Asturias), que dejó una anciana fallecida y 27 personas heridas (13 de septiembre). En Salamanca, el incendio de una residencia ha dejado dos heridos y 30 evacuados (15 agosto). En Torrelodones (Madrid) el incendio de una residencia de ancianos y discapacitados se ha saldado con una fallecida y 10 heridos (28 junio). Un incendio en una residencia en Palma de Mallorca obliga a la evacuación y deja varios heridos (19 de septiembre). Sin hacer un examen exhaustivo de algunas de las últimas tragedias por incendio en residencias, debemos recordar el más trágico del año, el de la residencia en Moncada donde murieron en total 9 ancianos.
Igualmente, aunque estas noticias ocupan menos espacio en los informativos, se dan muchos casos en los que el conato se queda en un susto porque han funcionado los sistemas de seguridad y el incendio ha podido ser controlado con rapidez sin dejar daños personales.
En este artículo queremos hacer hincapié en las particularidades y características que requiere la protección de las residencias de ancianos, siguiendo el objetivo de TECNIFUEGO de “Víctimas Cero por incendio”. Las residencias son espacios especialmente vulnerables en caso de incendio, debido a la movilidad reducida de sus inquilinos y los cuadros de enfermedades cognitivas que normalmente se ven asociados a la edad avanzada. Por ello tomar medidas de prevención y la instalación de sistemas de protección contra incendios son aspectos obligatorios e imprescindibles para garantizar la seguridad en residencias de mayores, pero además desde TECNIFUEGO aconsejamos siempre ir más allá de las medidas obligatorias recogidas en la legislación.
Algunas de las acciones elementales que hay que poner en marcha para asegurar la seguridad contra incendios de una residencia son: crear zonas completamente seguras en cada planta donde el fuego no llegue (sectorización), habilitar zonas de evacuación segura y al personal entrenado para ello, ignifugar los materiales (alfombras, cortinas, sillones, etc.), y reforzar los sistemas de seguridad contra incendios exigidos por la legislación, instalando sistemas que detecten el incendio en su fase temprana, rociadores automáticos de agua, uso de productos no combustibles en fachadas (como recoge el documento de posicionamiento de TECNIFUEGO de 2018) y evacuación de humos que despeje pasillos y vías de escape.
Instalaciones obligatorias
Las residencias de ancianos tienen el mismo uso que los hospitales según señala el Código Técnico de la Edificación (CTE), en su denominación Uso Hospitalario. El término hospitalario es de aplicación a los edificios asistenciales sanitarios (hospitales, residencias, clínicas) que cuentan con hospitalización de 24 horas y que están ocupados por personas que en su mayoría son incapaces de cuidarse por sí mismos.
El CTE señala los requisitos de comportamiento al fuego de los elementos constructivos y materiales, para garantizar la estabilidad y resistencia térmica del edificio. Se determina la estabilidad ante el fuego exigible a la estructura portante del edificio, y otras características de protección pasiva que faciliten el confinamiento y la evacuación segura en caso de incendio.
Siguiendo las indicaciones del CTE en cuanto a los equipos de protección activa que se deben instalar se mencionan los siguientes: extintores portátiles. Se dispondrán extintores en número suficiente para que el recorrido real en cada planta hasta un extintor no supere los 15 m. Cada uno de los extintores tendrá una eficacia como mínimo 21A-113B. En zonas de Riesgo Especial Alto, de más de 500 m2, un extintor de carro de 25kg. Columna seca. Cuando la altura sea mayor de 15 m. Boca de Incendio Equipada (BIE). En todo caso (BIE 25 mm). En los lugares de riesgo especial alto, BIE de 45 mm. Instalación de detección y alarma. En todo caso. Se dispondrán pulsadores manuales de alarma en los pasillos, zonas de circulación, zonas de tratamiento intensivo y en locales de riesgo alto. Se dispondrán detectores de humo en las zonas de hospitalización. Se dispondrán detectores adecuados al riesgo en toda zona de riesgo alto. Cuando el edificio tenga más de 100 camas deberá contar con comunicación telefónica directa con Bomberos. Igualmente hay que respetar la accesibilidad a los edificios por parte del Cuerpo de Bomberos y personal de extinción de incendios.
Además de las exigencias reglamentarias, desde TECNIFUEGO aconsejamos instalar rociadores automáticos, ya que son sistemas que puede ofrecer un tiempo adicional para facilitar la evacuación o traslado seguro a otro sector. Los rociadores actúan cuando el fuego aún es pequeño y controlan o extinguen el incendio antes de que se desarrolle. Estudios realizados en todo el mundo demuestran que en el 72% de los casos tan sólo un rociador es suficiente para controlar o extinguir el incendio; mientras el resto permanecen cerrados. Su efectividad se calcula por encima del 95% y una reducción de víctimas y daños a la propiedad que supera el 80 %. En protección pasiva, como señala el documento de 2018 mencionado anteriormente aconsejamos que los productos constructivos de fachada sean al menos A2-s1 d0 con el fin de evitar la propagación del incendio.
Por su parte los sistemas de control y evacuación de humos mantendrán las vías de escape sin humo, recordemos que el 75 % de las muertes se produce por inhalación de humo.
La transmisión de las alarmas a los ocupantes y servicios de emergencia es esencial.
Las medidas de seguridad contra incendios señaladas en la mayoría de los casos solo son eficaces si se atienden desde la central de incendios y se transmiten a los ocupantes y los servicios de emergencia de manera inmediata, es por este motivo esencial que estas centrales estén atendidas de manera presencial o remota en todo momento. A este respecto TECNIFUEGO ha desarrollado los documentos técnicos de gestión remota de alarmas de incendio y de gestión remota de señales de incendio que establecen las bases para ello.
El mantenimiento garantiza la seguridad
Una vez instalados los equipos de protección, debemos garantizar su eficacia y buen funcionamiento realizando el mantenimiento, ya que son equipos y sistemas que están en reposo y solo se accionan en caso de incendio. Por ello, se deben cumplir rigurosamente las tareas de mantenimiento de todas las instalaciones y siempre deben ser realizadas por empresas especializadas y habilitadas para ello, según señala el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios, RIPCI (R.D. 513/2017), y como apoyo, las actas de mantenimiento de la norma UNE23580. Seguridad contra Incendios.
Las autoridades competentes, por su parte, deben realizar las inspecciones periódicas para comprobar que todo cumple y funciona adecuadamente.
En definitiva, siguiendo estos requerimientos y recomendaciones podremos llegar al objetivo marcado “Víctimas Cero por incendio”.