De nuevo un incendio en un edificio histórico: Arde la flecha de la Catedral de Rouen
Un incendio afecta a la flecha de la catedral gótica de Rouen, uno de los tesoros arquitectónicos de Normandía (Francia). Los servicios de emergencia han evacuado la catedral, sin que haya habido heridos, y los bomberos luchan con todas sus fuerzas para controlar el incendio.
El Ayuntamiento ha asegurado que todos los medios se han movilizado para poder apagar el incendio cuanto antes, cuyo alcance aún se desconoce y tampoco cómo se ha originado, aunque el edificio estaba en obras desde 2016. El alcalde de Rouen, Nicolas Mayer-Rossignol, ha comunicado que aún se desconocen las causas del incendio. La escena ha evocados dos sucesos en edificios emblemáticos y de gran significado histórico, el devastador incendio de la catedral de Notre Dame de París en 2019, y el más reciente en abril de 2024 que destruyó gran parte del histórico edificio de la Bolsa de Copenhague del siglo XVII.
El impactante incendio de Notre Dame ha marcado un hito en todo el mundo sobre las medidas de seguridad en el patrimonio histórico, en circunstancias de obra (como ha sucedido en los casos dramáticos recientes).
Algunos de los riesgos a los que se enfrenta este tipo de edificios, según informes de las aseguradoras, el 30% de los incendios son precisamente causados por trabajos en caliente, como fue el caso de la catedral de París.
Medidas básicas de seguridad en edificios patrimonio histórico
Unas medidas básicas de seguridad corresponden a la planificación de riesgos y la gestión de emergencias forman parte del proceso en el cual el material a proteger son obras de interés cultural: obras de arte o sitios históricos. Los responsables de seguridad deben determinar las principales fuentes de riesgo, establecer protocolos de trabajo para el salvamento y crear los recursos necesarios para el éxito del plan.
Un plan de PCI debe abordar la salvaguardia del edificio y su contenido (obras de arte, objetos de culto) desde tres fases de trabajo: Una fase preventiva, una segunda fase de extinción y salvamento; y una tercera de recuperación.
En la primera fase preventiva es necesario realizar un estudio de riesgos, con el fin de corregir las diferentes situaciones que pueden generar peligro. Durante esta fase es necesario inspeccionar cuidadosamente el edificio, sus instalaciones y si el mantenimiento es el adecuado.
En la fase de extinción y salvamento entran en juego los sistemas contra incendios instalados y los protocolos de trabajo para enfrentarse al incendio: cómo se debe proceder, desarrollo de un sistema de comunicación, etc. Una de las decisiones más trascendentales en la planificación de un incendio es la de la asignación de responsabilidades y la creación de una cadena operativa que determine con claridad quién es la persona encargada de tomar las primeras decisiones.
La última fase, denominada “de recuperación” se centra en establecer cómo se procederá para recuperar la normalidad. Planificando la fase de recuperación, el equipo responsable deberá seleccionar los medios disponibles para la conservación de las obras salvadas.
La protección contra incendios en catedrales y templos de interés histórico patrimonial debe ser acometida del mismo modo que se hace con un museo. Requiere sistemas y elementos desarrollados específicamente para su salvaguarda, agentes para la extinción que no sean dañinos pero sí eficaces en la extinción, con total garantía del cuidado de las obras. Algunos de los sistemas más eficaces son: la detección de incendios precoz, con conexión a una central receptora de alarmas de incendio y que active las funciones de control programadas, y la instalación de rociadores automáticos en el falso techo de la estructura.
Además es imprescindible realizar el adecuado mantenimiento, como garantía de la eficacia de unos equipos que no se usan salvo en condiciones extremas. Para realizar un correcto mantenimiento, se deben cumplir los requisitos señalados en el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, RIPCI, como por ejemplo, las empresas instaladoras y mantenedoras deben estar habilitadas, tener el certificado de calidad del sistema de gestión de la calidad (ISO9001), realizar los mantenimientos periódicos, guardar las actas de mantenimiento , disponer del carnet de habilitación profesional de los operarios para la realización de las labores de mantenimiento, etcétera.
Desde TECNIFUEGO insistimos en que existen variedad de sistemas adaptados a las necesidades de cada edificio singular y de su contenido, incluidas las obras de arte. Bajo el asesoramiento experto, y una inversión adecuada, el patrimonio histórico y cultural estará a salvo.
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