Notas informativas

Rociadores automáticos de extinción de incendios para el ámbito residencial

09/02/23

Cuando hablamos de protección activa contra incendios para el ámbito residencial, la alarma de humo y sistemas de detección son un elemento clave a la hora de poder avisar a los usuarios de la amenaza del fuego de manera temprana.  El diseño de seguridad contra incendios en edificios radica en que, en caso de fuego, suene una alarma para avisar a usuarios y seguidamente éstos puedan proceder a evacuar, confinarse o que sean trasladados a otro sector, según el uso del establecimiento.

Cualquiera de los procedimientos y su positiva consecución dependerán de la rapidez con la que se desarrolle y propague el incendio y del tiempo con el que se disponga para proceder.  No todos los usuarios tendrán la misma capacidad para actuar o evacuar y por lo tanto el tiempo variará según la condición de sus usuarios.  Como hemos visto en la mayoría de los incendios en usos del ámbito residencial, el fuego y el humo se ha propagado rápidamente en el edificio invadiendo la caja de escaleras u otras estancias del establecimiento y afectando al global de sus usuarios.

Las alarmas de humo avisarán y el rociador de incendios contendrá o apagará el fuego, ofreciendo el tiempo adicional con el que cualquier usuario debería contar para evacuar.  El rociador más próximo a la fuente de ignición detectará el calor y se abrirá automáticamente para controlar o extinguir el fuego evitando que éste pueda desarrollarse y propagarse antes de la llegada de los Bomberos.  La altura del edificio juega un papel muy importante, ya que tanto usuarios como bomberos precisarán mayor tiempo; los usuarios para ponerse a salvo y los bomberos para proceder a la extinción.

Los rociadores, a lo largo de sus más de 100 años de historia, han demostrado ser una herramienta clave a la hora de salvar vidas y proteger bienes. Estudios internacionales han sido publicados con los resultados de su eficacia y efectividad en miles de incendios reales en edificios protegidos con estos sistemas, convirtiéndolos en un claro y positivo caso de éxito de costes y beneficios incluso consiguiendo que algunos países acaben regulándolos y convirtiéndolos en obligatorios para edificios residenciales nuevos y existentes con independencia de su altura de evacuación.

En España, para edificios de uso residencial tanto públicos como privados hasta los 18 metros de altura de evacuación, se dispone de la norma UNE-EN16925:2020, así como de un Anexo Nacional de dicha norma donde se indican los requisitos y proporciona recomendaciones para el diseño, la instalación, el suministro de agua y la prevención de reflujos, la puesta en marcha y el ensayo de los sistemas fijos de rociadores automáticos residenciales desde los 18 hasta los 28 metros. Para edificios de uso residencial con alturas de evacuación superior a los 28 metros, la norma de diseño a usar sería la UNE-EN12845:2017, regulada y  recogida en el CTE para proteger edificios que superan los 28 metros de altura de evacuación o  con superficie construida por encima de los 5000 m2.

 

* TECNIFUEGO, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, apoya y difunde los estudios y postura de EFSN (European Fire Sprinkler Network), sobre las ventajas de instalar rociadores contra los incendios en los edificios residenciales.

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