“Ante los últimos incendios, deberíamos auditar el estado real de nuestro parque para poder reforzar la seguridad contra incendios”
El pasado 3 de junio se produjo un incendio de nuevo en la fachada de un edificio. Se trata del Hotel Nuevo Madrid, un edificio de reciente construcción (2007).
Según expertos de TECNIFUEGO, Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios, este incendio, sumado al producido en el rascacielos del barrio de Hortaleza de Madrid, en agosto del 2020, lleva a recapacitar sobre la cantidad real de edificios construidos antes de la aplicación del actual Código Técnico de la Edificación (CTE) que pueden no ser suficientemente seguros según la reglamentación actual.
En el caso de este edificio la propia configuración del mismo, así como la rápida actuación de los bomberos, hicieron que no hubiera desgracias personales (el hotel está abierto y operativo).
En estos momentos en que se están poniendo en marcha nuevos planes de rehabilitación de los edificios, desde TECNIFUEGO pedimos que se ponga especial atención a unas prestaciones de seguridad contra incendios que cumplan como mínimo las exigencias del CTE, y a su vez, como está ocurriendo en otros países, como el Reino Unido, proceder a una revisión de los edificios anteriores a dicha reglamentación. De esta forma se podría plantear, si fuera necesario, una reforma de los edificios que no cumplen con los estándares de seguridad aceptables. Aconsejamos evaluar los materiales utilizados en la construcción, las puertas cortafuego, la instalación de rociadores, y la de sistemas de detección y alarma.
Respecto a las fachadas ventiladas, si se construyen con materiales y sistemas de seguridad adecuados, son seguras y desde el punto de vista térmico son interesantes para ciclos de verano por lo que no se deberían descartar.
2 años y 2 incendios parece mucho para un parque de viviendas en el que predominan los materiales tradicionales.
A priori estos 2 edificios se construyeron sin los requerimientos del CTE 2006 (el proyecto era anterior a la modificación). La pregunta que debemos hacernos es, ¿cuántos edificios del parque inmobiliario presentan una seguridad aceptable si se produce un incendio? ¿Cómo se puede ayudar desde la Administración Pública a hacer frente a ello?
De momento de la única forma posible: evaluando la situación para, después, en función del nivel de riesgo legislar al respecto con un ambicioso plan de ayudas.