“Extremar la calidad en seguridad contra incendios es una variante más entre los hoteles que se distinguen por su excelencia
El incendio es uno de los riesgos más comunes en la actividad hostelera. Según datos registrados por diversas fuentes del seguro (Unespa), en España, durante 2018, se han producido alrededor de 10 incendios diarios en establecimientos hoteleros, en las cocinas, salas de estar y habitaciones, con pérdidas anuales notables. Gracias a la acción diligente de los asegurados, los servicios de extinción y las medidas de prevención adoptadas, la factura media de un incendio en España es de 1.929 euros. Con todo, los costes varían de unos lugares a otros. Mientras en Salamanca el incendio medio cuesta 786 euros, en Huesca alcanza los 6.826 euros. Nueve veces más. Por Adrián Gómez, presidente Tecnifuego
El incendio es uno de los riesgos más comunes en la actividad hostelera. Según datos registrados por diversas fuentes del seguro (Unespa), en España, durante 2018, se han producido alrededor de 10 incendios diarios en establecimientos hoteleros, en las cocinas, salas de estar y habitaciones, con pérdidas anuales notables. Gracias a la acción diligente de los asegurados, los servicios de extinción y las medidas de prevención adoptadas, la factura media de un incendio en España es de 1.929 euros. Con todo, los costes varían de unos lugares a otros. Mientras en Salamanca el incendio medio cuesta 786 euros, en Huesca alcanza los 6.826 euros. Nueve veces más.
Incidiendo en esto, varios estudios realizados por organismos internacionales mencionan que la probabilidad de que ocurra un incendio en un hotel es diez veces mayor que la de que ocurra un incendio en el hogar.
Un dato relevante, es que los touroperadores de EEUU, por ejemplo, exigen rociadores automáticos en los hoteles seleccionados. Un aspecto que en nuestra legislación no está contemplado (solo a partir de los 28 m de altura), pero que cualquier experto en la materia recomendaría.
Por ello, la excelencia en PCI es extremar las medidas de PCI más allá de lo obligatorio. A la calidad de las instalaciones hay que añadir el riguroso cumplimiento del mantenimiento periódico y la sustitución en caso de que la vida útil de los equipos haya llegado a su fin.
QUÉ EXIGE LA LEGISLACIÓN
Existen unas medidas de protección contra incendios obligatorias en la normativa española actual, como las señaladas en el Código Técnico de la Edificación (CTE), el nuevo Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios y las diversas normas UNE, que abarcan respectivamente la edificación, las instalaciones y empresas instaladoras y mantenedoras, y la calidad de los productos.
El CTE es de aplicación obligatoria en los proyectos y las obras de nueva construcción, de reforma de edificios o cambio de uso de los mismos. En su apartado de seguridad en caso de incendio el CTE establece medidas para impedir la propagación de un incendio, tanto interior como exterior al edificio; para facilitar la evacuación de ocupantes del edificio en condiciones de seguridad; la instalación de sistemas de detección, control y extinción; medidas para facilitar la intervención de los bomberos; y, finalmente, las medidas necesarias para que los elementos estructurales mantengan su función durante el tiempo necesario. Además, se establecen las condiciones de reacción y resistencia al fuego que deben cumplir los elementos constructivos.
El diseño, la ejecución, la puesta en funcionamiento y el mantenimiento de dichas instalaciones, así como sus materiales, componentes y equipos, deben cumplir lo establecido en el nuevo Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios, RIPCI (R.D. 513/2017), cuyas principales novedades que afectan a hoteles son la inclusión de nuevos sistemas contra incendios, como el control de humos, agua nebulizada, mantas ignífugas o la señalización fotoluminiscente.
Además, hay un capítulo específico sobre inspecciones periódicas a las que se han de someter las instalaciones de protección contra incendios. En este sentido, la propiedad (Gerencia hotel) está obligada a realizar revisiones trimestrales de los aparatos, equipos y sistemas. Y lo debe hacer constar en acta (siguiendo la norma UNE 23580 Seguridad contra incendios. Actas para la revisión de las instalaciones y equipos de protección contra incendios. Inspección técnica para mantenimiento). Dichas actas deben ir firmadas por la propiedad y el mantenedor.
IR MÁS ALLÁ DE LA LEGISLACIÓN, UN DISTINTIVO DE CALIDAD
La legislación marca solo los mínimos a cumplir. Un hotel, como lugar de residencia donde el cliente duerme y realiza otras actividades de la vida cotidiana, debe extremar la seguridad como un aporte de bienestar, calidad, excelencia.
Este concepto considera la seguridad como una inversión, como un bien común, y por tanto el criterio perseguido es elegir los productos y empresas mejores, más eficaces y fiables desde el proyecto, a la instalación y el mantenimiento.
Los profesionales de la seguridad contra incendios aspiran a implantar en el criterio común de los usuarios esta fórmula de la excelencia que piensa en la seguridad contra incendios como un todo global, como un gran puzle donde la protección pasiva (productos especiales que evitan el inicio del fuego -ignifugación de los materiales-, evitan que se propague -compartimentación, cerramientos, sellados-;y facilitan la evacuación de las personas y la actuación de los bomberos – protección de la estructura, vías de evacuación seguras, señalización fotoluminsicente-) encaja perfectamente con la protección activa (equipos y sistemas de detección y extinción automática o manual: detectores, extintores, boca de incendio equipada, rociadores automáticos, hidrantes, control y evacuación de humos, etc.) con la finalidad de proteger de manera eficaz los edificios, ofreciendo a las personas la más completa seguridad que se puede conseguir ante un incendio. Y manteniendo todo ello en perfecto estado durante el tiempo, cumpliendo las revisiones periódicas recomendadas y supliendo los equipos una vez finalizada su vida útil.
TECNOLOGÍA APLICADA A HOTELES
Los equipos de PCI van integrando las novedades, desarrollos y tecnologías, por ejemplo hay novedades de detección temprana, o los nuevos sistemas de agua nebulizada, o rociadores automáticos, el control y evacuación de humos que se diseñan a través de simulaciones, etc. En general, todos los equipos experimentan una evolución ya que las empresas tienen un importante área de inversión en I+D para acoplar mejoras y conseguir una respuesta más rápida y eficaz cuando se da una alarma. Además, toda esta evolución se refleja en las normas UNE de producto que van actualizándose a medida que se publican.